A través de la impresión e inyección o compresión hoy es posible mezclar materias plásticas con polvos más o menos cargados de carbonato de Bario o Estroncio.
Es por lo tanto posible crear una mezcla magnética personalizada que exprese una inducción residual y un campo coercitivo bajo petición.
Esta solución innovadora permite producir imanes con tolerancias dimensionales muy reducidas y con excepcionales características de solidez mecánica, pero sobre todo hace posible el sobremoldeado de otros plásticos y/o metálicos específicos (rotores, estatores, varillas de soporte y más).